Tras más de 14 años de espera (el
convenio se aprobó en 2004), Coslada ha dado un paso decisivo para poder llevar
a cabo el último gran desarrollo urbanístico de su término municipal: el
Barrio del Jarama. Esto será posible después de que se diera luz verde a
su aprobación inicial en el último Pleno ordinario, el correspondiente a este
mes de julio, celebrado en el Ayuntamiento cosladeño.
Como consecuencia de esta aprobación, se
construirán un total de 4.400 viviendas, de las cuales 1.550 serán del Ayuntamiento
con el objetivo de dotarlas de algún tipo de protección de carácter público.
En palabras de la
concejala de Urbanismo y Vías y Obras, Charo Arroyo, “este
proyecto es fruto de mucho trabajo y el resultado es muy positivo para la
ciudad de Coslada. Después de 14 años de bloqueo, podemos ya asegurar que el último
gran desarrollo urbanístico de Coslada está en marcha”.
Viviendas públicas
Uno de los
aspectos que destacó la edil es que “las negociaciones han reportado
importantes beneficios para nuestro municipio, siendo el más destacado el
relativo a las 1.550 viviendas públicas que incluyen en el proyecto”,
tal y como determina la normativa actual en la materia.
Precisamente,
fruto de esas negociaciones es la reducción del ámbito del nuevo barrio,
respetando y dejando fuera los aledaños de la zona de la Cañada Real que
se encuentran en el término municipal de Coslada.
Del mismo modo, a petición
del Ayuntamiento los promotores respetarán los tres accesos en la calle Santiago
(dos Ciudad hacia 70 y uno en La Barrancosa).
Más zonas verdes
Asimismo, el
Gobierno municipal también ha conseguido que se amplíen de forma notable
las zonas verdes que se crearán en el barrio, pasando de los 177.000
metros cuadrados previstos inicialmente, a los 227.000 metros cuadrados
definitivos, lo que permitirá crear un parque lineal. En relación con esto, se generarán
pasillos verdes con el fin de que los espacios públicos sean mayores.
También hay que
destacar el incremento correspondiente al apartado de equipamientos municipales
(de 14.500 m2 a 36.600 m2), superficie que en el futuro puede ser destinada
a colegios, escuelas infantiles o espacios deportivos, por citar solo
algunos ejemplos.
Un aspecto sobre el que llamó la atención la
concejala de Urbanismo y Vías y Obras, Charo Arroyo, tiene que ver el
futuro comercial del nuevo desarrollo urbanístico. Según explicó, “hemos
instado a los promotores a que no haya una única manzana de uso comercial, sino
que los distintos establecimientos destinados al pequeño comercio se
distribuyan por los bajos de los edificios”. “El objetivo –tal
y como recalcó- es que se potencie el comercio de barrio”.
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