Durante cuatro días las calles de la ciudad han rebosado de actividades lúdicas para todos los públicos
La edición que ahora termina de las Fiestas de Coslada ha sido una de las más multitudinarias que se recuerdan. Miles de vecinos/as y visitantes han disfrutado durante cuatro días de una programación pensada para todos los públicos, en la que la música ha tenido un peso especial.
Las Fiestas se iniciaron con el pregón de las jugadoras del Club Voleibol Coslada. Las actuaciones musicales llegaron a ser hasta 18. Artistas de primera línea como Cris Roján, Álvaro de Luna, Fangoria, Ratones Coloraos y Bearwild pusieron la banda sonora a unos días de celebración, en los que también hubo espacio para el Moskito Musik y el Festival Urban Pop con Samuraï, Monkey y Sofía Gabanna.
Además se celebraron conciertos-tributo. Uno de ellos estuvo dedicado a Rafaella Carrá y otro a Fito y Fitipaldis, a los que hay que añadir las verbenas con distintas orquestas, el espectáculo musical The Time y los DJ’s que amenizaron las noches y madrugadas con el Festival DJ Los 40 Urban y los 40 Dance, (con Abel The Kid, Arturo Grao y José M. Duro).
Para un público variado
Al margen de las actividades musicales, el público infantil disfrutó de numerosas actividades entre las que hay que reseñar un montaje musical de rock para toda la familia, juegos hinchables, fiestas de la espuma y los juegos desconectados.
El programa de actividades deportivas fue completo con torneos en diferentes modalidades (fútbol, voley, baloncesto, atletismo, natación, balonmano, tenis de mesa, etc.). También hubo propuestas para el público más veterano y el tradicional espectáculo de fuegos artificiales que congregó el sábado a decenas de miles de personas en el entorno del Recinto Ferial y la Rosa de los Vientos. Las Peñas animaron un año más todos los eventos.
Fiestas más sostenibles Con el objetivo de contribuir a la sostenibilidad durante los días de festejos. y con el propósito de reducir el uso de plástico, en la zona de entidades solo se pudo comprar bebida en vasos reutilizables por medio del pago de una fianza de un euro reembolsable, tal y como ya se hace en los festivales de música.