Desde esta
misma semana han reabierto con total normalidad sus puertas los Centros
Municipales de Mayores de Coslada, que permanecían cerrados a causa de la
pandemia. En los últimos meses, algunos servicios de los mismos ya estaban
operativos, aunque con las medidas de seguridad y salud previstas por las
autoridades.
Se da la circunstancia de que el Gobierno Municipal decidió
el cierre de los cinco centros con los que cuenta Coslada antes,
incluso, de que lo establecieran las autoridades regional, allá por el mes de
marzo del pasado año.
Coincidiendo con esta primera semana de reapertura, el alcalde
de Coslada, Ángel Viveros, ha visitado algunos de estos espacios. Lo ha
hecho acompañado por el concejal de Servicios Sociales y Mayores, Santiago
de Miguel, y el edil de Política Territorial, José Sousa.
El regidor, durante la visita, ha asegurado que “esta
reapertura es una gran noticia, porque significa que, poco a poco, estamos
volviendo a la normalidad”. No obstante, también ha advertido de que “no
bajaremos la guardia y aunque este regreso a la cotidianidad sea positivo, no
podemos olvidar de donde venimos y lo mucho que esta pandemia a castigado a
nuestra sociedad y, en particular, a nuestros mayores”.
Los Centros Municipales han abierto de nuevo sus
puertas y está previsto que en dos semana aproximadamente se pongan en marcha
las distintas actividades programadas. En este sentido, el edil de Mayores,
tras coincidir con el alcalde en que “se trata de una gran noticia”,
ha recordado que “se abre el período de inscripción para poder participar
en ellas, de manera que animamos a todos y a todas a que lo hagan”.
En cuanto a la fecha elegida para que los cinco espacios
retomen su actividad, Santiago de Miguel ha subrayado que “el
retraso en su apertura fue solicitado por los Consejos Rectores de cada centro”.
A lo largo de este tiempo, tal y como han detallado desde el área
de Vías y Obras, se han ejecutado obras de repintado en todos los
centros (Primavera, José Luis Sanpedro, La Cañada, Ciudad-70 y La Rambla) que
han consistido, primero, en el desmontaje, movimiento, protección y montaje de
mobiliario; preparación de las superficies de los elementos a pintar; para
concluir con labores de pintado propiamente dichas, así como con la aplicación
de esmaltes sobre carpinterías y cerrajerías.
En total, según los cálculos de los técnicos
de este departamento municipal, la superficie sobre la que se ha actuado ha
sido de alrededor de 2.550 metros cuadrados.