El
Ayuntamiento de Coslada presentará alegaciones al Proyecto Ambar de
rediseño de las maniobras de entrada y salida en el aeropuerto Adolfo
Suárez-Madrid/Barajas, debido a que afectará a la calidad de los vecinos y
vecinas de la ciudad.
A
pesar de que no se ha alcanzado el límite de capacidad del aeropuerto, que es
de 120 aterrizajes y despegues por hora, se plantea el aumento de capacidad
pasando de 70 a 80 millones de pasajeros anuales. Esto conllevará un aumento de
las emisiones. Hay que recordar que las infraestructuras aeroportuarias inciden
negativamente en los ecosistemas y fauna del entorno.
La
ampliación supondría, además, un aumento de la contaminación acústica superando
los objetivos de calidad en todos los periodos, siendo relevante este aumento
en horario nocturno. Este incremento podría ser mayor con los desvíos de los
aviones del corredor aéreo, sobre los cuáles no se han establecido mecanismos
de seguimiento y afectación.
El
concejal de Política Medioambiental de Coslada, Julio Huete, ha
explicado que “nos encontramos en una de las zonas más tensionadas por el
tráfico aéreo. Tanto el ruido como las emisiones de contaminantes afectan a la
calidad de vida, llegando a producir enfermedades ambientales, y singularmente
patologías cardiorrespiratorias”.
Plan de Calidad del Aire
El
Plan de Calidad del Aire de Coslada, actualmente en fase de
participación ciudadana, estudia los contaminantes producidos por el sector de
la aviación, especialmente relevante en su emisión de óxido de nitrógeno, con
2.800 toneladas despedidas en 2018 según el Inventario de Emisiones
Atmosféricas en la Comunidad de Madrid.
“Es
necesario escuchar a las 115 organizaciones sociales y ecologistas que han
cuestionado la ampliación de los aeropuertos de Madrid Barajas y El Prat”,
ha afirmado Julio Huete, quien considera que “la apuesta por
las grandes infraestructuras de medios contaminantes contradice los objetivos de sostenibilidad.
Por ello, debemos reducir nuestras emisiones, no aumentarlas”.