El concejal delegado de Política Medioambiental, Julio Huete, ha presentado en el Naturalario los estudios encargados por esta Concejalía sobre el Parque del Humedal de Coslada en lo que se refiere a fauna y suelos.
Junto al edil han estado presentes los autores de los estudios Agustín Rubio, catedrático del departamento de Sistemas y Recursos Naturales de la UPM y Juan Manuel Martínez, profesor titular del departamento de Producción Vegetal de la UPM. También ha asistido Pablo Pereira, biólogo de INFFE y autor de las fotos del Estudio de Fauna.
El concejal delegado de Política Medioambiental, Julio Huete,ha destacado la importancia de estos estudios para “hacernos una idea precisa de la extraordinaria riqueza de este espacio natural, el más grande la ciudad, y que ocupa casi un millón de metros cuadrados siendo el principal pulmón verde de Coslada”.El edil ha añadido que el conocimiento de “los valores de diversidad tanto en fauna como en composición del suelo del Parque debe servir para concienciar acerca de la preservación y el cuidado del mismo”.
El estudio de fauna ha determinado la existencia de reptiles como la culebra o tres especies de lagartija. En cuanto a los mamíferos, se han identificado cinco tipos de roedores incluyendo los conejos así como un zorro. También se ha documentado la presencia de tres especies distintas de murciélagos de las catorce que existen en España.
Importante presencia de aves
Pero si en algo destaca el Humedal es en la riqueza en aves. El total de especies registradas es de 77. No se han encontrado en esta ocasión 11 especies que si se encontraron en el trabajo anterior de 2010, lo que nos daría un total de 88 citas para el Parque del Humedal.
Dieciocho de estas especies nidifican con seguridad en el interior del recinto del parque, y, sobre al menos cuatro más, hay serias sospechas de que puedan hacerlo aunque no ha podido comprobarse fehacientemente. De otras diez especies existe la certeza de que se reproducen en el entorno inmediato del parque, bien sea en los edificios del Barrio del Puerto, en el Parque que bordea la vía férrea o en los descampados al sur.
Merece la pena destacar, por su especial interés, la invernada de Piquituerto, nada habitual en Madrid y su entorno, la presencia de Alcaraván, y la interesante comunidad, invernante y nidificante de páridos y otros pequeños insectívoros, que tiene en los pinares y los pequeños bosquetes de caducifolios uno de sus principales refugios. La familia de los fringílidos, añade colorido y la belleza de sus cantos al conjunto.
Respecto a otros grupos de aves interesantes que se han podido observar encontramos los siguientes: Águila calzada, Milano real, Vencejo común y pálido, Tórtola común, 4 córvidos (Cuervo, Corneja negra, Grajilla occidental y Urraca), Grulla, Golondrina daúrica, Avión zapador, Triguero, Abejaruco común, Petirrojo, Ruiseñor común, Herrerillo común y capuchino, Carbonero común y garrapinos, Gorrión común, moruno y molinero, Pico picapinos, Pito ibérico, Estornino negro y pinto…y así hasta un total de 77 especies.
36 especies de mariposas
Se han identificado 36 especies, pertenecientes a cinco familias de lepidópteros. Esta cifra supone un 15,5 % de las especies presentes en la España peninsular e Islas Baleares De entra estas especies, hay dos bastante representativas en la Comunidad de Madrid, debido sobre todo a la transformación y fragmentación de sus hábitat. Se trataría de El Zegrí (Zegris eupheme), y por otra de la Cervantes (Erynnis tages).
Estudio de suelo
El delegado de Política Medioambiental de Coslada, Julio Huete, ha afirmado que “el Parque del Humedal, además de sus valores recreativos, paisajísticos, biológicos, tiene una componente mas, el suelo, importantísima como soporte del resto de funciones, y que debe ser conocido, usado racionalmente y preservado”.
En las seis calicatas que se han realizado para analizar el suelo del Humedal se ha certificado que está basicamente compuesto por leptosoles. Los leptosoles son suelos poco desarrollados (poco profundos), normalmente por encontrarse en zonas de pendientes que dificultan su evolución. En el caso del Parque del Humedal que tiene una fisiografía suave, estaría asociado a su uso agropastoral secular que pudiera haber generado la degradación de los suelos, un recurso que como es sabido no es recuperable a escala temporal humana.
En cuanto al análisis del carbono desarrollado en cuarenta puntos y a distintas profundidades, los resultados indican que los suelos del Parque del Humedal serían el almacén de unas 1.984 toneladas de carbono. El suelo se considera el mayor sumidero potencial de carbono del planeta, fundamental para las medidas de adaptación al cambio climático.
Conclusiones
El parque del Humedal presenta dos ecosistemas claramente diferenciados, una zona esteparia y una zona forestal, que suponen hábitats utilizados por distintas especies de fauna. La falta de vegetación arbustiva supone una escasez de refugio para liebres y conejos, a lo que también contribuye la compacidad del suelo y su escasa profundidad, lo que dificulta la creación de madrigueras.
Un tercer hábitat importante sería la antigua Laguna del Esparragal, este ecosistema sin embargo no es funcional por la ausencia de agua durante la mayor parte del año. Esto impide la presencia de anfibios, pero también reduce la presencia de aves u otros mamíferos que pudieran acercarse en busca de agua en ciertas épocas del año, además de reducirse la presencia de invertebrados que a su vez podrían ser fuente de alimentación para otras especies, especialmente aves.
Grado de madurez de los hábitats
La estepa del Parque, por las limitaciones que suponen las características físico-químicas de los suelos, se encuentra en una situación de estabilidad o paraclímax. En el largo plazo las condiciones actuales variarían poco salvo que se produjesen intervenciones humanas.
En el caso de la zona forestal, formada por el pinar de Pino carrasco, el envejecimiento gradual de la masa dará un hábitat con árboles de mayores diámetros, lo que permitirá que este sea seleccionado por especies que eligen los bosques maduros para reproducirse o establecerse como ciertas especies de murciélagos o aves forestales.
Presión sobre el Parque
De la realización de los distintos inventarios se ha podido comprobar el intenso uso que se hace del Parque. No solo los distintos caminos son transitados intensamente sino también las zonas fuera de caminos bajo el pinar o campo a través.
Asociado a este uso, la presencia de perros sueltos es común. Esto facilita que en ocasiones estos salgan corriendo detrás de liebres o conejos, lo que supone un stress innecesario para la fauna silvestre, que puede acabar con la captura de algún ejemplar. Otra de las circunstancias que puede estar generando una alta depredación sobre los mamíferos roedores del parque y las escasas poblaciones de lagartijas es la presencia de colonias de gatos que deambulan por el parque.