Con la lectura de un manifiesto, la formación de un gran lazo rojo y una mesa divulgativa
La ciudad de Coslada se ha sumado a los actos del Día Mundial de Acción contra el SIDA, que se conmemora hoy viernes, 1 de diciembre. El acto institucional ha estado presidido por el alcalde, Ángel Viveros, y al mismo han asistido miembros del equipo de Gobierno y del resto de la Corporación Municipal.
El acto central ha consistido en la lectura del manifiesto en el Salón de Plenos, de la que se ha encargado el concejal delegado de Salud, Rubén Aguilar, cuyo contenido íntegro se reproduce a continuación:
Hoy nos reunimos en un día de especial importancia, el Día Mundial de Acción contra el VIH y el Sida, para reflexionar sobre los avances logrados y los desafíos que aún enfrentamos en nuestra comunidad.
Este año, el lema propuesto por ONUSIDA resuena de manera especial: “Dejemos que las comunidades lideren”. Este llamado nos insta a reconocer y potenciar el poder de nuestras comunidades para impulsar un cambio positivo y duradero.
Estos últimos años hemos sido tremendamente conscientes de cómo las pandemias hacen tambalear nuestra existencia y nuestro medio de vida. Ante esta situación las organizaciones de comunidades que viven con el VIH, que corren el riesgo de contraerlo o que se han visto de alguna manera afectadas por el virus están en la primera línea de lucha para progresar en la respuesta al VIH. Las comunidades conectan a las personas con los servicios de salud pública centrados en las personas, generan confianza, innovan, supervisan la implementación de políticas y servicios, y responsabilizan a los proveedores.
Sin embargo, las comunidades van siendo cada vez más privadas de su liderazgo. Los recortes en la financiación, los obstáculos políticos y legislativos, las limitaciones de capacidad y las normas restrictivas para la sociedad civil y los derechos humanos de las comunidades marginadas, están obstaculizando el progreso de los servicios de prevención y tratamiento del VIH.
Desde la política podemos poner nuestro granito de arena para eliminar todos estos obstáculos, y así las organizaciones lideradas por la comunidad podrán aportar un impulso aún mayor a la respuesta mundial al VIH, ayudando a millones de vidas que aún están en riesgo y avanzando hacia el fin del Sida.
Tras cuatro décadas de respuesta al VIH, las desigualdades enquistadas y algunos impedimentos en nuestras sociedades persisten en los servicios más básicos, como el acceso a los preservativos, las pruebas de detección y el tratamiento.
Por eso, el eslogan para este año, “Dejemos que las comunidades lideren”, es una llamada a la acción. Pretende impulsarnos a trabajar en todas aquellas acciones prácticas que se han demostrado que son necesarias para abordar las desigualdades y ayudar a poner fin al Sida.
Nuestro compromiso debe ir ligado a:
- Recordar que la fuerza de una comunidad reside en su capacidad para educar y concienciar, reforzando nuestros programas educativos, no sólo para prevenir el VIH, sino también para crear un entendimiento más profundo y una empatía más amplia hacia aquellas personas que viven con esta condición.
- Aumentar la disponibilidad, calidad e idoneidad de los servicios para el tratamiento, las pruebas y la prevención del VIH, para que todas las personas reciban la atención que precisan y garantizar que nadie se quede atrás en la búsqueda de una vida saludable y plena.
- Fortalecer las redes de apoyo comunitario, creando un entorno en el que la aceptación y el apoyo sean fundamentales. Esto supone asegurar que las personas afectadas por el VIH encuentren el respaldo necesario para enfrentar los desafíos físicos, emocionales y sociales que puedan surgir y, que los equipos técnicos municipales dispongan de las condiciones profesionales necesarias para prestar la mejor atención posible.
- Reformar las leyes, políticas y prácticas para abordar el estigma y la exclusión a los que se enfrentan las personas que viven con el VIH, de modo que todo el mundo sea respetado y bienvenido. En definitiva, basar nuestras respuestas en los derechos humanos y adoptar enfoques con perspectiva de género.
En los últimos años hemos sido testigos de cómo con la política también se puede lograr el cambio, porque además, en términos económicos “no poner fin al Sida es más caro que acabar con él”.
En el momento en que nos encontramos, apenas quedan un puñado de años para alcanzar el objetivo de 2030, de poner fin al sida como amenaza para la salud mundial. Las desigualdades económicas, sociales, culturales y legales que venimos arrastrando de los últimos años y los obstáculos que antes comentábamos, no hacen sino exacerbar el peligro para todas y cada una de las personas.
De hecho, el fin del sida solo puede lograrse si se les planta cara. Seguimos necesitando la buena voluntad política; que el conjunto de líderes mundiales actúen con un liderazgo audaz y responsable, mientras que el resto -desde todos los rincones del mundo-, debemos hacer lo posible para apoyar la causa.
Afortunadamente las comunidades están liderando el Día Mundial del Sida, y en todo el mundo se está dando forma a los acontecimientos y adaptando los llamamientos a sus necesidades específicas. Y están dándole visibilidad mediante fotos y vídeos compartidos por los grupos en las redes sociales, en los que podremos inspirarnos por su determinación y la esperanza.
Por eso, dado que el cambio no depende de un momento, sino de un movimiento, el mensaje “Que lideren las comunidades” no debería sonar sólo un día. Y desde Coslada, por todo ello y por mantener nuestro compromiso en la acción contra el SIDA, la corporación política de Coslada apoya la visibilización y anima a la población del municipio a prevenir, a sensibilizar y a ser modelo de apoyo y humanidad con las personas que viven con VIH. Unamos esfuerzos para que no sólo el 1 de Diciembre sea la conmemoración del Sida, sino que lo tengamos presente en nuestra vida diaria y se refleje en nuestras actitudes y comportamientos a lo largo de todo el año.
Al término del acto, el alcalde, Ángel Viveros, ha querido llamar la atención sobre “el incremento de contagios detectado, además a edades bastante jóvenes. Por eso, es preciso seguir con las campañas de prevención e información, y que las administraciones competentes en la materia no se olviden del VIH”.
Por su parte, el concejal delegado de Salud, Rubén Aguilar, ha subrayado que “el papel de las instituciones debe ser activo en la lucha contra cualquier enfermedad en general, como se ha hecho durante 40 años ya contra el VIH. La desigualdad es precisamente el mayor factor de riesgo y la mejor defensa es un sistema público de salud fuerte. En Coslada seguimos poniendo los recursos necesarios para que nadie se quede atrás”.
Tras la lectura del manifiesto, los asistentes han formado un lazo rojo en la entrada del Ayuntamiento cosladeño. También ha tenido lugar la ponencia a cargo de Juan Ángel Argelina Díaz, arqueólogo y profesor de Historia; activista de la Radical Gay entre 1993 y 1998. Asimismo se han instalado mesas informativas y en los días previos se han realizado intervenciones con jóvenes del municipio.